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La
Década 1948-1958: Junta Militar, Junta de Gobierno y Dictadura de Marcos Pérez
Jiménez.
La década de 1948-1958 podemos dividirla en
tres etapas: la primera si inicia con el movimiento militar que derroco al
Presidente Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948. Es la etapa de la Junta Militar de Gobierno, compuesta por
los Tenientes Coroneles Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis
Felipe Llovera Páez, que gobierna hasta el 13 de noviembre de 1950, fecha del
asesinato del Presidente de la Junta, Delgado Chalbaud. La segunda etapa
corresponde a la Junta de Gobierno de los
Estados Unidos de Venezuela, presidida por el Doctor German Suarez
Flamerich y de la cual seguían formando parte Pérez Jiménez, Ministro de la
Defensa y Llovera Páez, Ministro de las Relaciones Interiores. La Junta de
Gobierno se mantuvo en el poder hasta el 2 de diciembre de 1952. La tercera
etapa es la Dictadura de Pérez Jiménez
hasta el 23 de enero de 1958, en el que se produjo el derrocamiento y la huida
del dictador.
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La
Junta Militar de Gobierno.
El gobierno provisorio de la Junta Militar
disolvió el Congreso Nacional, el Consejo Supremo Electoral, Los Concejos
Municipales y las Juntas Departamentales y Comunales de toda la República. El
ex presidente Rómulo Gallegos, detenido por el nuevo gobierno, salió al exilio.
El partido de Acción Democrática, que había ejercido el gobierno, fue disuelto,
y sus principales dirigentes perseguidos, encarcelados o desterrados. Meses más
tarde disuelto también el Partido Comunista. Ambos partidos pasaron a
constituir los núcleos más importantes de la resistencia contra la dictadura militar:
Copei y URD, que habían hecho oposición al sectarismo y exclusivismo de Acción Democrática
en el poder, siguieron actuando legalmente y la Junta mantuvo con ellos una
política de aparente amistad y algunos militantes de esos partidos ejercieron
cargos en el gobierno.
La Junta Militar permitió el regreso al
país de los ex presidentes Lopez Contreras, Medina Angarita y otros dirigentes
del gobierno derrocado el 18 de octubre de 1945; y ordeno devolver los bienes a
los enjuiciados por el Tribunal de Responsabilidad Civil y Administrativa.
La Junta Militar declaro su propósito de
llamar a elecciones libres, sin ventajismos, para encaminar al país a la constitucionalidad.
Pero en la práctica, la ilegalización de partidos, la censura de prensa, la
persecución política, suspensión de garantías constitucionales, cierre de la
Universidad, etc., eran medidas que iban definiendo el carácter dictatorial del
régimen. Se organizó la policía política, se estableció un control militar, se restringió
el derecho de reunión y el funcionamiento de los partidos políticos. El
gobierno buscaba “no atacar a todo el mundo, concentrar el fuego contra el
enemigo principal del momento, que era para ellos el recién derrocado Partido
de gobierno e ir apretando en la medida que el régimen de la Junta Militar iba
fortaleciendo su estructura. Pero en el seno del gobierno comienzan a imponerse
los partidarios de la política de fuerza encabezados por Pérez Jiménez”.
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La
Junta de Gobierno.
En estas condiciones, ocurrió el 13 de
noviembre de 1950, el asesinato del Coronel Carlos Delgado Chalbaud, Presidente
de la Junta Militar de Gobierno. Este hecho produjo una gran conmoción
nacional. Pérez Jiménez tuvo que frenar sus ambiciones para convertirse en
Dictador, y el gobierno recurrió al al Doctor German Suarez Flamerich, quien
pasó a presidir la Junta de Gobierno junto con Pérez Jiménez y Llovera Páez.
La Junta de Gobierno promulgo un nuevo
Estatuto Electoral que estableció el voto obligatorio para los ciudadanos
mayores de 21 años; y convoco a elecciones para la Asamblea Nacional
Constituyente que debía sancionar una nueva Constitución. Al mismo tiempo el
gobierno organizó su propio partido, el Frente
Electoral Independiente (FEI) por medio del cual iba a participar en las
elecciones… Se inició el proceso electoral. URD y Copei, partidos legales que
venían de una etapa semi amistosa con el gobierno, participaron activamente en
este proceso, y con la ayuda de los partidos clandestinos, iniciaron una
oposición abierta al gobierno y denunciaron sus atropellos.
Las elecciones se practicaron el 30 de
noviembre y constituyeron un triunfo abrumador para los candidatos de URD. Pero
la Junta de Gobierno desconoció los resultados y entregó el mandato a Pérez
Jiménez, el 2 de diciembre de 1952, comenzando asi el periodo de dictadura
hasta 1958. URD no se atrevió a encabezar un movimiento nacional contra la
usurpación y buscó la salida mediante combinaciones, con el resultado de que
sus dirigentes fueron expulsados del país.
En cuanto a Copei, no hizo mayor oposición
al golpe del 2 de diciembre. Algunos copeyanos dejaron el partido y se fueron
con el perezjimenismo. Copei comenzó a tener también sus detenidos y
perseguidos políticos.
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La
Dictadura de Pérez Jiménez.
A partir de 1952, la dictadura adquiere sus
características más definidas: de un lado la persecución y la represión sin
cuartel contra los opositores; y del otro, la política de construcción de
“grandes obras”, con su fondo de corrupción administrativa, peculado y robo al
Tesoro Público por parte de la camarilla gobernante. Y todo esto disfrazado con
un aparato de fastuosidad y pompa, con sus desfiles de “la semana de la patria”
y su filosofía del “Nuevo Ideal Nacional”.
Mediante su política de “cemento armado” y
construcción de obras públicas, la dictadura buscaba el apoyo de la burguesía
industrial e importadora, que se favorecían con la demanda de materiales de
construcción nacionales e importados, y con los jugosos contratos de
construcción del régimen. Pérez Jiménez llevo a cabo una política plenamente
favorable también a los monopolios extranjeros.
Entrego a las compañías, 820.000 hectáreas
de las mejores tierras petrolíferas del país, a cambio de más de dos mil
quinientos millones de bolívares, que fueron a parar en gran parte al tonel sin
fondo del desbarajuste y la corrupción administrativa. Las empresas petroleras,
del hierro y, en general, los intereses imperialistas, tuvieron en el dictador Pérez
Jiménez un seguro protector de sus inversiones.
La complacencia y el entreguismo a los
intereses imperialistas y la persecución despiadada contra el movimiento
popular, hicieron de Pérez Jiménez un modelo de gobernante para el
imperialismo. El Presidente de los Estados Unidos, Eisenhower, le confirió la Legión
del Mérito, alta condecoración del gobierno americano; y caracas fue escogida
en 1954 para teatro de la X Conferencia Interamericana que sirvió para que el
imperialismo ordenara nuevas acciones contra el movimiento de liberación
nacional de los países latinoamericanos y planificara su intervención para derrocar
el gobierno nacionalista del Presidente Arbenz de Guatemala.
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Fin
de la Dictadura de Pérez Jiménez.
La política de grandes obras suntuarias,
costosas importaciones, despilfarro y peculado, termino por llevar al gobierno
a la quiebra fiscal. Esto afecto también a los sectores de la economía privada,
a los bancos, el comercio, la industria. Estos sectores, ligados íntimamente a
los ingresos del gobierno eran acreedores de la dictadura y necesitaban cobrar
sus deudas. El desbarajuste y la falta de pago fue causa principal para que la
burguesía, al principio adicta al dictador, terminara por ser partidaria de su
derrocamiento.
El malestar y el descontento contra la
dictadura se fueron extendiendo a todos los sectores. En el Ejército se comenzó
también a conspirar contra el régimen. El Partido Comunista y URD iniciaron en
la clandestinidad la constitución de una “Junta Patriótica” con el propósito de
coordinar la acción de todos los partidos y grupos que luchaban contra la
dictadura, a esta junta se le incorporaron mas tarde los partidos Acción Democrática
y Copei, con lo cual el frente político se fundió en un gran movimiento
unitario de todos los sectores que aseguró el triunfo contra Pérez Jiménez.
“Pocas veces ha habido un consenso político
tan generalizado como el que se oponía a finales de 1957 al gobierno de Pérez Jiménez.
La estricta censura hacía difícil tomar conciencia de esta realidad en forma
concreta; pero ella existía. Podemos decir que todos los partidos políticos,
los sectores sociales más diversos, todo el mundo estaba en contra de la
dictadura. El Partido Social Cristiano Copei que apoyo el derrocamiento de AD
pensando que “Copei es la solución”, veía esfumar sus esperanzas y buscaba otro
camino hacia el poder. La Pastoral del Monseñor Arias indicaba una posición del
clero contraria al gobierno, la situación económica ponía a una parte de la
burguesía a dudar y a otra a hacer oposición. Los partidos populares y democráticos,
los obreros, campesinos, estudiantes y capas medias, estaban en la oposición
desde el mismo 24 de noviembre. De tal manera que en 1957 puede decirse que
solo un minúsculo grupo de vende patrias y corruptos están de acuerdo y
respaldan incondicionalmente la política terrorista de la camarilla militar
civil de Pérez Jiménez (*)
(*) Pedro Ortega Díaz: “El 23 de Enero y
otras notas de historia”. Caracas, 1969.
Otra circunstancia favorable al movimiento
contra la dictadura, fue el vencimiento del periodo previsto en la propia Constitución
de la dictadura, para elegir al Presidente de la Republica por voto directo y
secreto. El movimiento contra Pérez Jiménez utilizó correctamente esta
circunstancia y planteo que el gobierno convocara a elecciones, tal y como lo
ordenaba la constitución sancionada en 1953. Todas las fuerzas d oposición estaban
a la expectativa ante el hecho concreto de que el gobierno estaba obligado a
una consulta electoral. Y Pérez Jiménez y sus consejeros no lograron resolver
favorablemente este problema.
La dictadura no quería nada con elecciones;
no olvidaba la experiencia del año 52 cuando el pueblo voto en contra de los
candidatos del gobierno.
En esta situación y para evadir el mandato
constitucional, la dictadura llamó a un plebiscito
confeccionado de tal manera que solo se podía elegir a Pérez Jiménez. El
plebiscito resulto ser un fraude que reboso la paciencia del pueblo y condujo a
la jornada del 23 de enero de 1958 que puso fin a la dictadura.
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El
23 de Enero de 1958.
Dentro de las Fuerzas Armadas los sectores más
institucionalistas veían con profunda preocupación el creciente poder del
aparato policial represivo del dictador. Esto significaba pérdida del prestigio
en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes
del régimen. El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de
rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel
Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición
de caracas y Maracay, principalmente de las Fuerzas Aéreas. Este levantamiento
militar fracaso y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno.
Sin embargo, a partir del primero de enero
la crisis interna de la dictadura se hizo cada día mas grave. Se produjeron
nuevos botes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se
manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la
represión: las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los
liceos y reprimido el movimiento estudiantil.
Pero el movimiento popular iba en ascenso.
Densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales,
médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia
contra el régimen. En las calles se suceden manifestaciones y mitines. A
mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21.
El paro se cumplió a cabalidad y en muchos sitios de Caracas se produjeron
enfrentamientos con las fuerzas del gobierno. En la noche del 22, la Marina de
Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la Dictadura; y Pérez Jiménez,
privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de
enero, rumbo a Santo Domingo.
Referencia:
Arias
Amaro, A. (2008). Lecciones de Historia
moderna y contemporánea de Venezuela: La década de 1948-1958: Junta Militar,
Junta de Gobierno y Dictadura de Marcos Pérez Jiménez. (pp. 182-186). Caracas,
Venezuela: Editorial Romor.